¿Tienes una segunda residencia? ¿Quieres comprar una nueva casa y todavía no sabes qué hacer con la anterior? A la hora de invertir en vivienda suelen surgir numerosas dudas, ya no solo en el proceso, sino en los métodos que debemos emplear. Un buen estudio de mercado, así como de tus finanzas personales, es fundamental a la hora de tomar decisiones relacionadas con las viviendas.  

Por ello, si dudas entre alquilar o vender tu vivienda, en Culmia te contamos cuáles son las elecciones con las que puedes contar y cuál puede ser la mejor según tus necesidades. Sigue leyendo para descubrir cuál es tu mejor opción. 

El auge de los precios del alquiler 

Si en los años anteriores, como consecuencia de la pandemia de la COVID-19 vimos cómo los precios del alquiler bajaban significativamente, esta tendencia ha vuelto a un punto inverso. Durante el primer semestre de 2022, ya se pudo observar una subida notable de los precios del alquiler en el territorio nacional, que han alcanzado los 11,3 €/m2 en julio, es decir, cifras iguales a las que había antes del inicio de la pandemia.  

Y ahora además vemos cómo entramos en una fase en la que se da una cierta escasez de pisos disponibles para alquilar. Frente a esta escasez de demanda, es previsible que el mercado vea cómo se aumentan los precios de la poca oferta que continúe disponible. Además, es previsible que volvamos a ver un auge en la oferta de pisos turísticos, como consecuencia.  

Vender o alquilar tu casa

El sector de la compraventa, en aumento 

Como contrapunto a la escasez de la demanda de pisos de alquiler y los cada vez más altos precios de este tipo de vivienda, encontramos un incremento clarísimo en el ámbito de la compraventa. Cada vez son más los usuarios que se atreven a convertirse en propietarios. 

Y, en consonancia, los precios de la vivienda en venta también han mostrado una recuperación, situándose actualmente en 1888 €/m2, el precio más alto de los últimos 5 años. 

Pese a ello, el índice del alquiler se sitúa por encima del de la compra de viviendas, ya que para dar el paso de dejar de ser inquilinos para convertirse en propietarios deben cumplirse ciertos requisitos y, en la mayoría de las ocasiones, estar sujetos a una hipoteca, y esto no siempre es viable.  

De hecho, en el ámbito de las hipotecas también se observan cambios que afectarán a la capacidad de compra de los potenciales compradores. Y es que, debido a las políticas de control de la inflación, los bancos centrales están apostando por subir los tipos de interés, lo que afecta directamente a los tipos de interés de referencia para el préstamo de hipotecas, como es el caso del euríbor, el más utilizado en España.   

Analiza bien tu situación económica antes de elegir vender o alquilar 

En definitiva, decantarte por una opción u otra no implica necesariamente hacer una elección buena o mala. Son simplemente dos maneras distintas de afrontar el uso de una vivienda.  

Para tomar la decisión, uno de los factores que debes tener muy en cuenta es cuáles son tus niveles de ahorro y de ingresos. Como seguramente sabrás, para optar a la compra de una vivienda es necesario contar con entre el 20 y el 30% del valor de inmueble por adelantado para sufragar la parte que no cubre la hipoteca y los gastos derivados de los impuestos de compraventa. Por lo tanto, si lo que quieres es vender tu antigua casa para comprar una nueva, debes también tener en cuenta este factor. 

De la misma manera, para la concesión de la hipoteca también son tenidos en cuenta otros tipos de datos como la estabilidad laboral, la edad del comprador y cuáles son sus ingresos mensuales para asegurar el pago al banco de la mensualidad de la hipoteca. La situación económica y el posible beneficio o no de la concesión de una hipoteca por parte de una entidad bancaria puede ser un factor decisivo a la hora de comprar. Quizás este sea uno de los motivos por los cuales los compradores podrían tener más problemas, pero la realidad es que se estima que el número de hipotecas concedidas se mantenga.  

¿Cuáles son tus planes de futuro? 

Por otra parte, además de tu situación económica, es muy importante que pienses bien en cuáles son tus planes de futuro a largo plazo. ¿Tienes un trabajo estable que te permite asentarte en un lugar? ¿Buscas una cierta estabilidad en la vivienda? 

Preguntas como esta son la base para hacer tu elección, más allá del análisis financiero. Si tienes claro que necesitas hacer borrón y cuenta nueva y olvidarte de esa casa, lo mejor es optar por la venta. Si por el contrario tienes dudas y ves en el alquiler una inversión, también puedes tenerlo en cuenta. Al fin y al cabo, aunque en principio pueda suponer algún quebradero de cabeza más buscar inquilinos, tener una renta mensual ajena a tu salario puede ser un extra muy interesante.  

De forma conjunta a estos dos factores, el análisis del sector inmobiliario es vital para conocer la evolución de las tendencias y saber si es momento o no de hacer una transacción de estas características. Para ello, te recomendamos que siempre te pongas en manos de profesionales del sector que puedan ayudarte.  

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