Vivir en Sant Antoni de Calonge es sinónimo de bienestar, tranquilidad y conexión directa con la naturaleza. Este municipio de la Costa Brava, situado entre Palamós y Platja d’Aro, ha dejado de ser solo un destino de veraneo para convertirse en uno de los rincones más atractivos del Baix Empordà donde establecer una residencia habitual o una segunda vivienda.
Sus playas, servicios y entorno natural lo convierten en una apuesta segura para quienes buscan calidad de vida sin renunciar a la comodidad de tener todo a su alcance. Hoy te contamos por qué Sant Antoni de Calonge es mucho más que un lugar bonito: es un estilo de vida.
Sant Antoni de Calonge pertenece al municipio de Calonge i Sant Antoni, y cuenta con una ubicación privilegiada frente al Mediterráneo. Forma parte del Baix Empordà, una comarca conocida por su riqueza paisajística, sus pueblos con encanto y su oferta cultural y gastronómica.
A tan solo 40 minutos de Girona y 90 minutos de Barcelona, vivir en Sant Antoni de Calonge permite estar conectado con las grandes ciudades mientras se disfruta del ritmo pausado y saludable del litoral. Es una zona bien comunicada por carretera y con fácil acceso a todos los servicios, lo que la convierte en una opción perfecta tanto para familias como para quienes trabajan en remoto.
Una de las mayores ventajas de vivir en Sant Antoni de Calonge es su costa. La Playa de Sant Antoni, extensa, limpia y con todos los servicios, es ideal para baños en verano y paseos en cualquier época del año. A escasa distancia se encuentran calas como Cala Cristus o Cala Roques Planes, pequeños tesoros naturales de aguas cristalinas y formaciones rocosas que invitan a la desconexión.
El Camino de Ronda, que atraviesa este tramo del litoral, ofrece rutas para caminar o correr junto al mar, con vistas espectaculares que cambian a cada paso. Una forma perfecta de empezar o terminar el día.
Y si te gusta la montaña, a pocos minutos está el macizo de Les Gavarres, con rutas de senderismo y BTT entre bosques mediterráneos. Una combinación de mar y montaña difícil de igualar.
A diferencia de otras zonas costeras que solo cobran vida en verano, Sant Antoni de Calonge mantiene su actividad durante todo el año. Supermercados, colegios, centros de salud, instalaciones deportivas, farmacias y comercios de proximidad aseguran una vida cómoda y funcional. Además, su cercanía a Palamós o Platja d’Aro amplía aún más las opciones comerciales, educativas y sanitarias.
Es un municipio adaptado a todos los perfiles: familias con niños, parejas jóvenes, personas mayores o profesionales que buscan teletrabajar en un entorno inspirador.
Vivir en Sant Antoni de Calonge es adoptar un ritmo de vida tranquilo y saludable. El entorno natural invita al ejercicio al aire libre, a los paseos a pie o en bicicleta, a los deportes acuáticos o simplemente a sentarse frente al mar y disfrutar del momento.
La oferta gastronómica también refuerza este estilo de vida. La zona cuenta con restaurantes que apuestan por el producto local y de proximidad: pescado fresco, verduras del Empordà, vinos con denominación de origen y recetas tradicionales como el «suquet de peix». Comer bien y saludable forma parte de la vida diaria.
Sant Antoni de Calonge también destaca por su vida cultural. A lo largo del año se celebran ferias, mercados artesanales, fiestas populares y conciertos. Una de las citas más destacadas es la Feria del Vino, que pone en valor los vinos del Empordà y el producto local.
El castillo medieval de Calonge, restaurado y activo, acoge exposiciones, actividades culturales y proyectos vinculados a la lectura, como el programa «Calonge, pueblo de libros». Todo ello fomenta el sentimiento de comunidad y dinamiza la vida local incluso en los meses menos turísticos.
El entorno seguro y familiar de Sant Antoni de Calonge es otro de sus grandes atractivos. Sus playas tienen acceso cómodo y están vigiladas en verano, hay parques infantiles, calles peatonales, zonas ajardinadas y actividades pensadas para los más pequeños. El municipio cuenta además con centros educativos de calidad y zonas deportivas para fomentar un estilo de vida activo desde la infancia.
Muchos de sus vecinos valoran precisamente este ambiente tranquilo y acogedor, donde los niños pueden crecer en contacto con la naturaleza y con libertad.
Sant Antoni de Calonge es un lugar ideal para quienes desean disfrutar del tiempo libre sin tener que desplazarse lejos. A lo largo del año se organizan actividades pensadas para todos los públicos: clases de yoga y pilates al aire libre, torneos deportivos, talleres creativos, excursiones guiadas y jornadas gastronómicas.
Para los más pequeños, hay escuelas de vela, campus de verano, actividades medioambientales y eventos culturales infantiles. Los adultos, por su parte, pueden participar en programas municipales de deporte, actividades culturales y clubs sociales. Y para las personas mayores, el municipio ofrece una red de equipamientos donde se promueve el envejecimiento activo, con gimnasia adaptada, actividades sociales y atención personalizada.
Este enfoque integrador convierte Sant Antoni de Calonge en una localidad viva y en constante movimiento, con propuestas para todos los gustos y edades.
A pesar de su atmósfera de calma, Sant Antoni de Calonge está muy bien conectado. La carretera C-31 conecta el municipio con Girona en menos de 40 minutos, y con Barcelona en aproximadamente una hora y media.
El aeropuerto de Girona-Costa Brava está a solo 35 minutos en coche, lo que facilita los desplazamientos nacionales e internacionales. Esta buena comunicación permite mantener una vida profesional activa sin renunciar a la tranquilidad del entorno.
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Ubicada a escasos metros del mar, la promoción cuenta con pisos de 2 y 3 dormitorios, diseñados con materiales de alta calidad, terrazas amplias, zonas ajardinadas y piscina comunitaria. Todo ello en una zona residencial tranquila y bien comunicada, ideal tanto como primera como segunda residencia.
Entre sus principales ventajas destacan:
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