Comprar una vivienda es un gran paso en la vida. La emoción de estrenar un nuevo hogar, de decorarlo a tu gusto y de comenzar una nueva etapa es incomparable. Sin embargo, en medio de toda esa ilusión, también es importante atender ciertos aspectos prácticos para evitar sorpresas que puedan enturbiar la experiencia.
Uno de los errores más comunes —y a menudo subestimado— al comprar una vivienda es no realizar el cambio de titularidad de los suministros básicos: luz, agua, gas e incluso servicios como internet. Aunque parezca un trámite menor, dejar estos contratos a nombre del propietario anterior puede acarrear desde cortes de suministro hasta problemas legales.
En este artículo te contamos que pasa si el nuevo propietario no cambia los suministros al adquirir una casa, por qué es crucial hacerlo a tiempo y cuáles son los pasos que debes seguir para evitar complicaciones innecesarias en tu nuevo hogar.

¿Qué son los suministros de una vivienda y por qué es importante el cambio de titularidad?
Cuando hablamos de suministros, nos referimos a los servicios básicos que hacen habitable una vivienda: electricidad, agua, gas, internet y, en algunos casos, recogida de residuos o servicios de mantenimiento comunitario.
Cada uno de estos servicios está vinculado a un contrato en el que figura un titular: el responsable legal del servicio, el encargado de pagar las facturas y de asumir cualquier obligación frente a la compañía. Por eso, es fundamental que estos contratos estén a nombre del nuevo propietario una vez se formaliza la compraventa.
¿Qué pasa si no se hace el cambio?
A primera vista puede parecer más cómodo dejar los suministros como están, sobre todo si la casa ya cuenta con todos los servicios funcionando. Sin embargo, esta decisión puede traer consecuencias indeseadas como:
- Cortes imprevistos de luz, gas o agua, especialmente si el anterior titular solicita la baja.
- Dificultades para reclamar incidencias o solicitar reparaciones.
- Cobros indebidos, por ejemplo si se aplican tarifas no adaptadas al uso real de la vivienda.
- Deudas ajenas: si el anterior propietario dejó recibos impagados, pueden afectarte indirectamente o complicar el cambio posterior del contrato.
- Problemas legales: estar disfrutando de un servicio sin contrato a tu nombre puede, en algunos casos, considerarse una irregularidad.
Diferencias entre dar de alta, cambiar el titular o hacer un cambio de compañía
Uno de los errores más frecuentes es confundir estos tres conceptos. Cada uno implica un procedimiento distinto:
- Cambio de titularidad: es lo más habitual al comprar una vivienda ya conectada a los servicios. El nuevo propietario asume el contrato existente sin necesidad de cortar el suministro.
- Alta de suministro: se hace cuando el servicio ha sido dado de baja o no existe instalación previa. Por ejemplo, si compras una casa de nueva construcción o una vivienda vacía sin servicios activos.
- Cambio de compañía comercializadora: puedes aprovechar la mudanza para comparar tarifas y contratar con otra empresa. Esto puede hacerse tras el cambio de titular o directamente, solicitando al nuevo proveedor que realice el trámite.
¿Cuáles son los riesgos de no cambiar los suministros?
A continuación, detallamos algunos escenarios que pueden darse si no realizas estos trámites a tiempo:
1. Interrupción del servicio
El anterior propietario puede, en cualquier momento, solicitar la baja de los suministros. Esto puede suceder incluso sin previo aviso, lo que se traduce en un corte inmediato de luz, agua o gas, justo cuando más lo necesitas: al instalarte, hacer obras o mudarte con tu familia.
2. Problemas en la atención al cliente
Si el contrato está a nombre de otra persona, la compañía podría negarte asistencia o reparación de averías, ya que tú no figuras como responsable legal. Algo tan simple como pedir una revisión del contador o reportar un error en la factura puede volverse una odisea.
3. Facturas impagadas o cargos indebidos
Aunque legalmente no estás obligado a pagar deudas ajenas, las compañías pueden rechazar un cambio de titular hasta que se resuelvan facturas pendientes, lo que retrasa aún más el proceso. Además, si el contrato anterior tiene condiciones poco favorables, podrías estar pagando de más sin saberlo.
4. Responsabilidad legal
En casos extremos, mantener un suministro sin contrato puede derivar en sanciones, especialmente en edificios comunitarios con normas específicas o si el suministro está vinculado a usos irregulares.
Cómo cambiar los suministros al comprar una vivienda: paso a paso
Ahora que ya sabes lo importante que es gestionar este cambio, aquí tienes una guía rápida para hacerlo correctamente:
1. Reúne la documentación necesaria
Por lo general, necesitarás:
- DNI o NIE del nuevo titular.
- Escritura de compraventa o contrato de alquiler.
- Código CUPS (para luz o gas) o número de contrato.
- Dirección exacta de la vivienda.
- Última factura del anterior titular (si es posible).

2. Contacta con la compañía actual o con una nueva
Si decides mantener la empresa con la que ya estaba contratada la vivienda, bastará con solicitar el cambio de titular. Si prefieres cambiar, la nueva comercializadora gestionará el proceso por ti. Compara tarifas y condiciones para elegir la opción más ventajosa.
3. Firma el nuevo contrato
Una vez enviado el formulario con los datos y la documentación, recibirás el nuevo contrato por correo electrónico o postal. Lee bien las condiciones y guárdalo como referencia.
4. Verifica que el cambio se ha realizado
Suele tardar entre 5 y 15 días hábiles. Revisa las siguientes facturas para comprobar que figuran tus datos y que se aplican correctamente las tarifas contratadas.
¿Y qué ocurre si la vivienda es de obra nueva?
En este caso, lo más habitual es que los suministros aún no estén dados de alta, por lo que deberás gestionarlos desde cero. Esto puede tardar algo más, así que conviene anticiparse antes de mudarse para no quedarte sin servicios esenciales.
Las promotoras como Culmia facilitan toda la información necesaria para que si el nuevo propietario no cambia lo suministros, pueda gestionarlos sin complicaciones. De hecho, muchas promociones ya cuentan con preinstalaciones adaptadas a los estándares de eficiencia energética, lo que también influye en la elección de la tarifa más adecuada.
Consejos extra para evitar sustos al estrenar tu nuevo hogar
- Haz una lectura de contadores el día de la entrega de llaves. Así evitarás pagar consumos que no te corresponden.
- Pide al anterior propietario una copia de la última factura. Te será útil para conocer la compañía actual y los datos técnicos del contrato.
- Revisa si hay deudas asociadas. Aunque no sean tu responsabilidad, pueden retrasar el proceso.
- Comprueba las tarifas contratadas. Es habitual que las condiciones no se ajusten a tu estilo de vida. Aprovecha para adaptarlas desde el primer momento.
- Guarda toda la documentación. Te servirá como respaldo si surgen incidencias futuras.
Evita problemas y disfruta de tu nueva casa desde el primer día
Mudarse a una nueva vivienda es uno de los momentos más especiales que podemos vivir. Y aunque los detalles administrativos pueden parecer secundarios, su correcta gestión marca la diferencia entre una mudanza tranquila y una llena de complicaciones.
Cambiar los suministros al comprar una casa no solo es un paso necesario: es una forma de proteger tu tranquilidad, tu bolsillo y tu nuevo hogar. Cuanto antes lo hagas, más rápido podrás centrarte en lo que realmente importa: crear nuevos recuerdos.
En Culmia, queremos acompañarte más allá de la entrega de llaves. Por eso hemos preparado una guía práctica con todos los pasos esenciales para estrenar casa sin complicaciones, incluyendo recomendaciones sobre suministros, mobiliario, organización y más.
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